lunes, 19 de noviembre de 2012

POEMA

                                    Foto de Masao Yamamoto



Un día fue posible andar de espaldas
sin la testarudez del tiempo andado.
Avanzando hacia atrás.
Como quien va al revés
con la conciencia opuesta del sentido.

Fue posible ese día componer
las fibras adyacentes
que mantenían el calor intacto
donde debía de enfriar el frío.
Ese día cambió de vuelta el torno,
donde debiera haber un giro
hubo un espacio principal,
lo que fue izquierdo se hizo recto,
se puso encima lo de atrás
y lo que estuvo bien en lo anterior
se hizo mentira comparada.
El campo de la vista fue más nítido
pues mirar de costado ayuda
a entender el perfil de los extremos.

Tan solo hubo un problema:
al llegar al comienzo de la nada,
después de andar des-avanzando,
se abrió un abismo
donde el perímetro quedaba abierto,
pero no a un hueco,
más bien a un pico largo, en espiral,
donde la nieve se hace inútil.
La nulidad del sinsentido.

Llegar allí
hizo que todo
fuera lo opuesto del alcance
contrario de la idea.

Tal vez la vida fuera un des-andar.
Desde lo más recóndito de un gesto
hasta llegar a lo que fue prudente.

En el sentido estricto del poema.

Tal vez sea eso,
mirar lo escaso y ver sus ondas.
                                           Tal vez ni eso
sea.

jueves, 15 de noviembre de 2012

De Brooklyn a Ginebra:
http://www.clubdellibro.org/act-062.html

martes, 6 de noviembre de 2012

POEMA


                                        Fotografía de Jan Saudek


Si miráramos fijamente el centro de un círculo
hasta notar que el círculo y el centro
se enlazan en un cuerpo peculiar.
Si eligiéramos números impares
para ir saltando por encima de ellos,
del uno al tres, del tres al cinco,
hasta llegar al infinito de la cuenta
y así saber que el último registro
es el eco del eco de otra voz.
Si intentáramos ir hacia una esquina
y luego a la otra,
intentando encontrar  una salida
aunque sea en la esquina del revés.
Si desde muy arriba nos miraran,
nos vieran como hormigas en un bote
buscando la rotura del cristal.
Si fuéramos capaces de escribir
unos inadecuados versos
donde quedara expuesta
la superposición de las ideas.
Si fuera plano el monte,
sin recovecos, ni fisuras,
si el río fuera verde, el gesto amable,
si se atreviera el pájaro a volar,
sin alas,
si fuéramos capaces de decir
lo que en el pensamiento queda claro.

Si supiéramos
el modo de entender lo que es poesía,
el hecho de escribirla no sería
ni necesario.